lunes, 20 de diciembre de 2010

Sigue la muerte rondando a las mujeres en Chihuahua

Difícil saborear los ratos de felicidad cuando la realidad
te explota en la cara. De dónde tanta ira, tanta sangre fría,
tanto desprecio a la vida?



Asesinan a Marisela Escobedo Ortiz, defensora de los derechos de las mujeres de Ciudad Juárez, mientras exigía pacíficamente que se cumpliera la sentencia en contra del asesino de su hija, Rubí Marisol Frayre Escobedo

Difusión Cencos México D.F., 17 de diciembre de 2010

Pronunciamiento
OSC de DH Nacionales e Internacionales

Ayer, 16 de diciembre de 2010, un grupo de hombres llegó a la plaza principal de la ciudad de Chihuahua, y se acercó a Marisela Escobedo Ortiz, quien desde hacía 8 días se manifestaba pacíficamente, exigiendo la actuación de las autoridades para detener al asesino de su hija Rubí. Ella corrió buscando refugio al Palacio de Gobierno, a sus puertas, uno de los hombres le disparó a la cabeza y la asesinó.

La causa de este asesinato, es la cultura de discriminación y violencia contra las mujeres que el Estado mexicano ha sostenido en las últimas dos décadas en Ciudad Juárez y en Chihuahua. Durante los últimos 27 meses la actividad central de Marisela fue exigir justicia por el asesinato de su hija, denunciar a las autoridades cómplices y negligentes del feminicidio, y demandar al sistema de justicia para que efectivamente garantice el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia.

El 28 de agosto de 2008, ante el asesinato de su hija Rubí, Marisela comenzó los trámites correspondientes para su denuncia y para que las autoridades actuaran conforme a derecho, pues se tenía claras sospechas de quien podía haber sido el asesino.

Rubí Marisol, de 19 años, fue asesinada en Ciudad Juárez por su pareja, Sergio Rafael Barraza, con quien tenía una hija. Barraza Bocanega ejerció violencia desde el inicio de la relación, misma que incrementó hasta que la asesinó, quemó y tiró en un basurero clandestino y cementerio de cerdos. Huyó al estado deZacatecas, confiado en que después de un tiempo su crimen quedaría impune, como los cientos de otros asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez. Su crimen no fue investigado, posteriormente fue absuelto por los tribunales y finalmente, ya que se había dado a la fuga, encontrado culpable mediante un juicio de casación.

Ante las graves irregularidades y omisiones de las autoridades en las investigaciones ministeriales, Marisela tuvo la tenacidad de buscar, siempre dentro del marco de la ley, las pruebas de los hechos. Sergio Rafael Barraza, personalmente y ante ella, ubicó el lugar exacto donde había depositado a su víctima, confesó su crimen y pidió perdón en la audiencia de juicio oral que se realizó. Sin embargo, el 29 de abril de 2010, las y los jueces Catalina Ochoa Contreras, Netzahualcóyotl Zúñiga Vázquez y Rafael Baudib Jurado decidieron absolverlo.

El hecho estremeció a Ciudad Juárez y a Chihuahua. Las familias de las víctimas y las organizaciones civiles locales, acompañadas por organizaciones e instancias nacionales e internacionales, desde 1993 han documentado el feminicidio, denunciado la negligencia y complicidad de las autoridades y han realizado un trabajo constante de propuestas y acciones para que las instituciones del Estado actúen de acuerdo a sus obligaciones con la ciudadanía. Justo unos meses antes se había tenido un logro importante en ese sentido. En diciembre de 2009, la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó a México por las desapariciones, violencia sexual y homicidios de mujeres en Ciudad Juárez. El Estado mexicano había argumentado en el juicio interamericano que el nuevo sistema de justicia en Chihuahua ya no repetía la impunidad de las décadas anteriores. El asesinato de Rubí y la impunidad ante la contundencia de las pruebas, hizo evidente que la situación en Ciudad Juárez y Chihuahua era peor que en cualquier año anterior.

Durante este año 2010, cada 24 horas una mujer ha sido asesinada en el estado de Chihuahua por razones principalmente vinculadas al hecho de ser mujer. Una cifra sin precedentes en la que la gran mayoría de los casos está en total impunidad.

La Corte Interamericana también reconoció que existe un hostigamiento y agresión sistemática contra las familias y defensoras que exigen justicia por estos casos, y condenó a México por no garantizar su protección, dejar los hechos en la impunidad y por no reparar los daños.

Marisela Escobedo Ortiz, exigió justicia siempre de una manera pacífica. Utilizó sus propios recursos, económicos y vitales, para realizar el trabajo que las autoridades no cumplían. Realizó todas las investigaciones para conocer la verdad y dar con el asesino de su hija. Caminó desde Ciudad Juárez a Chihuahua para que el Gobernador del estado, en ese momento José Reyes Baeza, mandatara las acciones necesarias para detener al asesino. Ante la absolución de Sergio Rafael Barraza, realizó el juicio de casación y logró que en dicha sentencia se condenaraal asesino. Sin embargo, como no se dictó arraigo él volvió a huir y desde su fuga comenzó a amenazar a Marisela. En julio de este año, ella se instaló en la Alameda Central de la Ciudad de México para exigir al Presidente, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, que buscaran y detuvieran al asesino. En septiembre acudió al Encuentro Nacional Feminista que se realizó en Zacatecas y ahí pidió que las autoridades que buscaran a Barraza, pues se tenían indicios de que se encontraba en esa entidad. En noviembre de este año presentó testimonio ante la Misión Internacional por el Acceso a la Justicia de las Mujeres.

Ella afirmaba, que mientras no se detuviera al asesino de Rubí y a todos los demás asesinos de mujeres, éstos seguirían cometiendo dichos crímenes. Su conciencia de la necesidad de realizar medidas para que los hechos no se repitieran permitió que en el estado de Chihuahua, se instalara la Comisión Investigadora para el caso Rubí, con el fin de detectar los errores en el proceso y tomar medidas en el sistema judicial para que no se repitiera la impunidad. Sin embargo, todo quedó paralizado ante el cambio de gobierno estatal y municipal. Marisela protestaba ayer porque el nuevo gobernador, Cesar Duarte Jáquez, no había realizado ninguna acción respecto de su hija -y demás mujeres

desaparecidas y asesinadas- pero sí había movilizado todo el aparato de procuración de justicia para familiares de funcionarios de alto nivel del Estado.

Las organizaciones firmantes continuaremos la voz y demanda de Marisela:

  • En su memoria decimos que no queremos más simulación por parte de las autoridades.
  • Exigimos fin al feminicidio y a la impunidad.
  • Demandamos que se cumplan todas las disposiciones de la Sentencia Campo Algodonero, en la que la Corte Interamericana especifica acciones para prevenir, investigar y sancionar debidamente las desapariciones, violencia sexual y homicidios en contra de mujeres, así como investigar y sancionar a quienes realizan los hostigamientos y agresiones en contra de las familias y organizaciones que buscan justicia por dichos hechos.
  • Siguiendo a la Corte Interamericana, exigimos se garantice la integridad y seguridad para todos los familiares de víctimas de desaparición, violencia sexual y homicidios de mujeres, es decir, del feminicidio. Esto implica una atención integral, la investigación de los hechos y la debida reparación de los daños, de manera urgente para la familia Frayre Escobar.
  • Ante el gravísimo incremento de violencia en contra de las defensoras de derechos humanos, responsabilizamos al Estado mexicano de cualquier otro acto en su contra, pues hasta la fecha no ha investigado, ni a realizado las acciones básicas para garantizar su vida y su integridad. En ello se incluye a los cuerpos de seguridad pública de los tres ámbitos de gobierno –federal, estatal y municipal- que desde 2008 tienen ocupada Ciudad Juárez y el estado de Chihuahua, sin que ello se haya traducido en una mejora para la seguridad de las mujeres.
  • • Denunciamos que en el actual debate para aprobar el presupuesto estatal de Chihuahua no se han incorporado recursos para implementar Ley estatal por el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, ni para cumplir con la Sentencia de Campo Algodonero.

Marisela Escobedo Ortiz, fue una defensora de derechos humanos que a partir del crimen contra su hija movilizó a personas y organizaciones, a instituciones y poderes para acabar con el feminicidio, siempre a través de fortalecer las instituciones de justicia, de acciones ciudadanas y democráticas. Su asesinato revela la desprotección criminal que el Estado mexicano sostiene contra las defensoras y su falta de voluntad efectiva para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia.

Red Mesa de Mujeres de Ciudad Juárez A.C. (www.mesademujeresjuarez.org // www.campoalgodonero.org.mx) Mujeres por México, Chihuahua A.C. Comisión de Solidaridad y Defensa de los Derechos Humanos, A. C. Observatorio Ciudadano de Derechos de las Mujeres, Academia Mexicana de Derechos Humanos, Cátedra UNESCO de derechos Humanos de la UNAM, Laura Gutiérrez (MUGAC, Baja California, Tecate), Silvia Vázquez Camacho (Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos A.C., Baja California, Tijuana), Blanca Mesina (Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos A.C., Baja California, Tijuana), Blanca Isabel Martínez Bustos (Centro Diocesano para los Derechos Humanos Fray Juan de Larios A.C., Coahuila, Saltillo), María Luisa García Andrade (Nuestras Hijas de Regreso a Casa A.C, Chihuahua, Ciudad Juárez), Ileana Espinoza (Red Mesa de Mujeres Chihuahua, Ciudad Juárez), Verónica Corchado (Pacto por la Cultura, Chihuahua, Ciudad Juárez), Imelda Marrufo (Red Mesa de Mujeres de Ciudad Juárez A.C., Chihuahua, Ciudad Juárez), Emilia González (Comisión de Solidaridad y Defensa de los Derechos Humanos, A. C., Chihuahua, Ciudad Juárez), Lucha Castro Rodríguez (Centro de Derechos de las Mujeres A.C. Chihuahua, Ciudad Juárez), Martha Graciela Ramos Carrasco (Mujeres por México en Chihuahua A.C., Chihuahua, Ciudad Juárez), Margarita Guadalupe Martínez Martínez (ENLACE, Comunicación y Capacitación, A.C., Chiapas), Martha Figueroa (Grupo de mujeres de San Cristóbal de las Casas A.C., Chiapas, San Cristobal), Diana Damián (Municipio Autónomo Zapatista, Chiapas), Ana Karen López Quintana (Tamaulipas Diversidad y VIHDA Trans A.C., Tamaulipas, Tampico), Alicia Leal Puertas (Alternativas Pacíficas A.C., Nuevo León, Monterrey), Consuelo Morales (Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos, A.C., Nuevo León, Monterrey), Angélica Araceli Reveles Soto (CLADEM- México, Jalisco, Guadalajara), Guadalupe López García (Lesbianas en Patlatonalli A. C., Jalisco, Guadalajara), Dora Ávila (Centro para los derechos de la Mujer Nääxwiin, Red Nacional de Promotoras y Asesoras Rurales, Oaxaca, Matías Romero), Beatriz Teresa Casas Arellanes (BARCA, Oaxaca), Emelia Ortiz García (Campaña “Si no están ellas no estamos todas”, Oaxaca, Región Triqui), Beatriz Hernández (Círculo Profesional para la Formación con Equidad de Género ¡Ndudxa Ndandi!, Oaxaca, Tlaxiaco), Edita Alavez Ruiz (UNOSJO, Mujeres Organizadas Yuubani, Oaxaca, Guelatao), Ana María Hernández (Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad Oaxaca, Oaxaca), Theres Hoechli (Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad Oaxaca, Oaxaca), Yessica Maya Sánchez (Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad Oaxaca, Oaxaca), Nadia Altamirano Díaz (Comunicación e Información de la Mujer AC., Oaxaca), Leticia Burgos (Red Feminista Sonorense, Sonora, Ciudad Obregón), Sandra Peniche (Servicios Humanitarios en Salud Sexual y Reproductiva, Yucatán, Mérida), Espinoza Núñez (Zacatecas), Nora Isabel Bucio Nava (Comunicación e Información de la Mujer AC., Morelos, Cuernavaca), María del María del Montserrat Díaz (Colectivo Feminista de Xalapa A.C., Veracruz, Xalapa), Ofelia Cesareo Sánchez (Coordinadora Guerrense de Mujeres Indígenas y Afromexicana, Guerrero, Chilpancingo), Silvia Castillo Salgado (Instituto Guerrerense de Derechos Humanos A.C., Guerrero, Chilpancingo), Obtilia Eugenio Manuel (OPIM, Guerrero), Andrea Eugenio Manuel (OPIM, Guerrero), Soledad Eugenio (OPIM, Guerrero), Cristina Hardaga Fernández (Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Guerrero, Tlapa), Carolina Cantú (Coordinadora Guerrense de Mujeres Indígenas y Afromexicanas, Guerrero, Tlacopa), Georgina Vargas Vera (Centro de Derechos Humanos Victoria Díez A.C. Guanajuato, León), Verónica Cruz (Las Libres A.C. Guanajuato, León), María Trinidad Ramirez (Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, Estado de México, San Salvador Atenco), Martha Perez (Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, Estado de México, San Salvador Atenco), Clemencia Correa (D.F.), Yunuhen Rangel (Comunicación e Información de la Mujer AC., DF), Lucía Lagunes Huerta (Comunicación e Información de la Mujer , DF), Cirenia Celestino Ortega (Comunicación e Información de la Mujer , DF), Alejandra Ancheita Pagaza (Proyecto Derechos Económicos Sociales y Culturales, DF), Elga Aguilar (Comité Cerezo México, DF), Eréndira Cruz Villegas Fuentes (Incide Social, Frente de Protección a Periodistas, DF), Dolores González (Serapaz, DF), Tania Ramírez Hernández (HIJOS, DF), Josefina Chávez (Cuadernos Feministas, PRT, DF), Andrea de la Barrera Montppellier (Red Mesa de Mujeres de Ciudad Juárez A.C., DF), Marusia López (Asociadas por lo Justo, D.F.), Andrea Medina Rosas (Red Mesa de Mujeres de Ciudad Juárez A.C., D.F.), Orfe Castillo (D.F.), Laura García Coudurier (Sociedad Mexicana Pro Derechos de la Mujer AC, D.F.), Erika González (Sociedad Mexicana Pro Derechos de la Mujer AC, D.F.), Carmen Morales (Sociedad Mexicana Pro Derechos de la Mujer AC, D.F.), Alejandra González (Tlachinollan, D.F.), Irma Estrada Martinez (Tribunal Internacional de Conciencia, DF), Aline Castellanos Jurado (México, Consorcio Oaxaca A.C.), Cecilia Espinosa Martínez (México, Red Mesa de mujeres de Cd. Juárez),

Internacionales:

Adelay Carias (Honduras, Feministas en Resistencia), Alejandra Nuño (Costa Rica, Centro por la Justicia y en Derecho Internacional-CEJIL), Amandine Fulchiron (Guatemala, Actoras del Cambio), Ana Ixmucané Gatica (Guatemala, Comité de Unidad Campesina), Lucía Morán Vásquez (Guatemala, Mujeres Transformando el Mundo), Carmela Curup Chajon (Guatemala, Asociación de abogadas Mayas), Claudia Hernández Cruz (Guatemala, Fundación Sobrevivientes), Claudia Acevedo (Guatemala, LESBIRADAS), Claudia Spellmant Medina (Honduras, Colectivo III/RedLacTrans), Claudia Samayoa (Guatemala, UDEFEGUA), Daysi Flores (Honduras, Jass Mesoamérica/ Petateras/Feministas en Resistencia), Dora Ruano (Guatemala, Frente Nacional de Lucha -FNL), Erika Guevara (USA, Global Fund For Women), Evelyn García (Guatemala, Centro para la Acción Legal en Derechos Humanos), Evelyn Morales Pineda (Guatemala, Mujeres Tierra Viva), Gilda Rivera Sierra (Honduras, Centro de Derechos de Mujeres), Gladys Lanza Ochoa (Honduras, Movimiento de Mujeres por la Paz “Visitación Padilla”), Inmaculada Barcia (España, AWID), Jacqueline Nolley Echegaray (USA/Peru, Just Associates -JASS), Lisa VeneKlasen (USA, Just Associates -JASS), Luisa Pérez Herrán (Nicaragua, Grupo Venancia), Aleyda Terán (Panamá, Alianza de Mujeres/ Codim/Petateras), Lydia Alpizar (Costa Rica/ México, AWID), Mariana Moisa (El Salvador, Mujeres Solidarias/ Colectiva feminista), Marleni del Carmen Ortiz (El Salvador, Asociación para el Desarrollo y Defensa de la Mujer-APDM), Marta María Blandón (Nicaragua, IPAS), Mary Jane Real (Philippines, Women Human Rights Defenders International Coalition), Morena Herrera Argueta (El Salvador, Alianza Feminista Centroamericana /Colectiva Feminista para el Desarrollo Local), Nohelia Nuñez Licona (Honduras, Plataforma de DH de Honduras / E.DEF.), Olga Lorena Lobos Cruz (Guatemala, Asociación de Mujeres de Petén Ixqik), Patricia Orozco Andrade (Nicaragua, Campaña 28 de Septiembre), Patricia Ardón (Guatemala, Sinergia Nój/ JASS/ Petateras), Patricia Guerrero Acevedo (Colombia, Liga de Mujeres Desplazadas), Paz Arau Picado (Nicaragua, Grupo Venancia), Ruth Polanco (El Salvador, Las Dignas), Silvia Ivethe Juárez (El Salvador, ORMUSA), Tara Madden (Irlanda, Front Line), Yanira Argueta (El Salvador, Asociación para la Autodeterminación y Desarrollo de Mujeres Salvadoreñas), Yanira Tobar Márquez (Guatemala, Mujeres en Superación/Red Trasex).



La luna ríe y mi niña también

Caminar la noche fría, al amparo del amor y teniendo la sonrisa de la luna como faro.


¿de qué se ríe la luna, mamá?

de las fantasías que inventa la abuela para inducir al sueño al pequeño a su cuidado

¿nada más?

de los amantes que a la orilla del agua se besan sin recato

¿qué otra cosa?

de los saltimbanquis que a deshoras aún pretenden divertir con sus piruetas

¿y de qué más?

de los niños que en la noche desafían el frío con tal de retrasar la hora de dormir

¿como yo?

de las respuestas que da la madre a su niña adorada

ji ji

de tí y de mí, preciosa, que disfrutamos y reímos con ella

H



Por ello, ¡gracias medios de comunicación, SEP y gobierno de México (tres instituciones distintas y una misma basura verdadera)!




Los mexicanos que gozan de tiempo libre prefieren no hacer nada o ver televisión

Mónica Mateos-Vega
Periódico La Jornada
Jueves 16 de diciembre de 2010, p. 4

Los datos de la Encuesta Nacional de Hábitos, Prácticas y Consumo Culturales que ayer dio a conocer el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA) indican que 42 por ciento de las personas casi nunca disponen de tiempo libre entre semana y que cuando lo tienen prefieren, en su mayoría, descansar (16 por ciento) o ver la televisión (15 por ciento).

Si los mexicanos tuvieran más tiempo libre, su primera opción sería no hacer nada (22 por ciento), seguidos de quienes preferirían practicar más actividades físicas o deportivas (15 por ciento).

Sólo 7 por ciento preferiría realizar actividades artísticas en caso de tener tiempo.

El CNCA señaló que se trata de la primera vez se lleva a cabo un análisis nacional, en estos rubros.

Las dos principales ideas que las personas relacionan con la cultura son la educación y el arte, seguidas de las tradiciones, la cultura misma, la música y el conocimiento.

Entre las personas que respondieron que fueron al cine los tres meses previos a la encuesta, 90 por ciento manifestó que no vio películas mexicanas. 42 por ciento del público prefiere las cintas de acción y 14 por ciento las comedias.

Los que fueron a la danza en el reciente año, prefierieron la folclórica o tradicional mexicana (59 por ciento) por encima del ballet clásico (17 por ciento) y la danza contemporánea (11 por ciento).

Asimismo, 48 por ciento de las personas que fueron a algún concierto en los pasados 12 meses lo hizo a un show grupero o de banda, sólo 3 por ciento acudió a recitales de música clásica y 2 por ciento a la ópera.

Si bien 72 por ciento de los encuestados manifestó que acostumbra escuchar música grabada, 64 por ciento dijo que compraba la música en el tianguis, la calle o con vendedores ambulantes. Sólo 21 por ciento de los consumidores de discos los adquiere en tiendas especializadas.

De 8 por ciento de quienes en los recientes meses fueron al teatro, 6 por ciento lo hizo en la explanada de su pueblo y 5 por ciento fue público del teatro Blanquita; sólo 2 por ciento acudió a algún centro cultural. Los gustos teatrales de los mexicanos se inclinan por la comedia (47 por ciento).

La zona arqueológica que prefiere visitar el público es Teotihuacán, en cuanto a museos, el Nacional Antropología y el de Cera (ambos ubicados en la ciudad de México).

A la música, el teatro, el cine y a las zonas arqueológicas se deja de ir por falta de tiempo y dinero, mientras a la danza, las exposiciones de artes plásticas y los monumentos históricos porque no interesan.

Setenta y nueve por ciento de los encuestados dijo que en los recientes 12 meses no compró ningún libro y 68 por ciento que no leyó ninguno.

Entre quienes respondieron que sí adquirieron algún volumen, 5 por ciento fue de superación personal y 3 por ciento de temática religiosa, mismo número que quienes compraron libros de cocina o infantiles.

Televisión, el medio más popular

Veintiocho por ciento de las personas que nunca han acudido a una biblioteca argumentan que no les gusta leer o no les llama la atención.

En cuanto a las preferencias literarias domina la novela, seguida por la historia y los temas de superación personal.

Ochenta y siete por ciento de las personas no fue a ningún centro cultural en los recientes 12 meses, 81 por ciento no visitó ningún monumento histórico (el periodo medido incluye los ocho primeros meses del año de los festejos del bicentenario de la Independecia y el centenario de la Revolución).

De 84 por ciento que respondió que no practica ninguna actividad artística, argumentó que no lo hace porque no le gustaba (38 por ciento). 26 por ciento respondió que en su comunidad hacían falta los espacios culturales.

La televisión es, por mucho, el medio más popular, visto por 90 por ciento de los mexicanos, en su mayoría más de dos horas diarias (40 por ciento lo hace).

Veintitrés por ciento dijo preferir los noticiarios y 21 por ciento las telenovelas; 97 por ciento de las casas de los entrevistados contaban con televisor y sólo 32 por ciento manifestó que usaba Internet.

La mayoría de los encuestados (24 por ciento) tenía entre 13 y 20 años, con grado de estudios de secundaria (33 por ciento), 70 por ciento católicos.

El levantamiento de la muestra, dijo el CNCA, se realizó en los 32 estados de la República. Se llevaron a cabo 32 mil entrevistas, mil por estado, superando el número de entrevistas y el rango de edad de la población entrevistada en la encuesta de 2003, el mayor número de entrevistas permitió reducir el margen de error.







La lectura, los diputados y la SEP


Marta Lamas


MÉXICO, D.F., 15 de diciembre.- “Apenas saben leer diputados federales” (Reforma, 29 de noviembre). Sonia del Valle cronometró a los 20 diputados que subieron a tribuna a leer durante la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación y comentó que leyeron en promedio 128 palabras por minuto. Según los Estándares Nacionales de Habilidad Lectora que fijó la SEP, esos legisladores alcanzaron apenas el nivel de sexto de primaria. ¿De qué sirve exhibir a quienes leen lento? Habría primero que cuestionar si ese ejercicio de velocidad es útil o razonable.

En agosto de este año, después de que en la evaluación de la OCDE México sacara el último lugar en lectura, Alonso Lujambio presentó los Estándares Nacionales de Habilidad Lectora. Éstos consisten en el número de palabras por minuto que debe leer en voz alta el estudiante de educación básica: desde el 1º de primaria (35 a 59 palabras) hasta el 3º de secundaria (155 a 160). Marta Acevedo, editora de libros para los que no leen e incansable promotora de la lectura, publicó días después en El Universal (5 de septiembre) un artículo criticando lo preocupante de tal medida: “la propuesta ignora que no por estar en el mismo grado todos los niños son iguales y que los puntos de partida de la población son muy desiguales. Tampoco toma en cuenta que la lectura no es una actividad mecánica, sino que involucra la inteligencia y la afectividad, por decir lo menos. Leer, lo que se dice leer, no consiste en emitir sonidos sino en asignar significado al texto”. El examen que sí hubiera valido la pena hacer es: ¿qué significado otorgaron los diputados a lo que leyeron, qué comprendieron, qué retuvieron?

La capacidad para leer no se mide por la rapidez con que enunciamos las palabras, sino que se adquiere a medida que se ejercitan las habilidades de percepción y cognición. Como la lectura es una actividad de producción de sentido, y no un concurso de carreras, lo importante no es la velocidad, sino usar la cabeza. Se puede leer despacio y reflexionar al parejo, y leer rápido y olvidar lo leído o no entenderlo. Por eso estos estándares de habilidad lectora son un grave error pedagógico, y muy probablemente se convertirán en una tortura para los niños y sus familias, pues además la SEP ha convocado a los padres y madres de los millones de estudiantes de educación básica a compartir 20 minutos diarios de lectura. ¿Qué efecto tendrá, dentro de las diversas familias mexicanas, volver a padres y madres los controladores de la velocidad con la que leen sus hijos? ¿Acaso piensa la SEP revertir así los malos resultados de las evaluaciones de la OCDE? Si bien los padres y madres deben comprometerse con la educación de sus hijos, ¿no producirá rechazo a la lectura por parte de niños y adultos esta absurda exigencia?

En su artículo, Acevedo decía que “buena parte de la población en México está escasamente relacionada con los libros, y aquellos para quienes la lectura fue un mero trámite para pasar de año ahora se enfrentan con un problema que no ha podido resolver el sistema educativo en décadas de reformas y revoluciones educativas. Al tratar a la lectura como una responsabilidad sometida a vigilancia, cumplimiento, calificación, y no como un instrumento para pensar, autoafirmarse o disfrutar, la SEP manifiesta no sólo una grave falta de información sobre el acto de leer, sino que parece ignorar las condiciones de las familias mexicanas que envían a sus hijos a las escuelas públicas. El problema de la formación de personas que lean y escriban es complejo y se relaciona con la historia de un país en el que la educación no ha considerado las características de la población. Hace cien años un buen porcentaje de mexicanos no hablaba el español, sino más de 65 lenguas originarias”.

El patético desempeño educativo de millones de estudiantes es un claro indicador de que las autoridades educativas están incumpliendo con el derecho a una educación pública de calidad. Más que burlarse de la lenta lectura de nuestros diputados, habría que sumarse a la gran movilización nacional, plural y apartidista a que un grupo de ciudadanos, intelectuales y maestros han convocado. El objetivo central de la Coalición Ciudadana por la Educación es enfrentar el arreglo político corporativo que está afectando de raíz al sistema educativo. Se busca el cambio de las reglas escritas y no escritas que crean una “simbiosis atípica” entre el SNTE y la SEP, misma que provoca: 1) la intromisión de la dirigencia sindical en la política educativa, 2) la omisión de las autoridades en su función como garantes del derecho a la educación, y 3) la exclusión de la ciudadanía de la gestión y la rendición de cuentas sobre la educación.

La propuesta de la SEP elude un hecho obvio: El sistema escolar está funcionando para servir a la dirección del sindicato y no a la sociedad. Pasan los sexenios y la estructura de privilegio del SNTE –una rareza si se la compara con sindicatos de trabajadores de la educación de otros países– permanece incólume. ¿Por qué es intocable este horror? La SEP guarda silencio acerca de eso, y también acerca de cómo piensa mejorar la educación pública. Y mientras tanto, continúan apareciendo en la prensa nacional los anuncios sobre los inútiles y contraproducentes estándares de lectura.



martes, 16 de noviembre de 2010

Somos alimento del capitalismo voraz

El fin de las treguas


Gustavo Duch Guillot*

Fue cuando el mundo se agrandó que más visibles se hicieron las ansias de poder, grandeza y posesiones de los estados de entonces. Portugal, España, Holanda llenaban barcos de esclavos que volvían repletos de azúcar, café o especias. Así, cuando la mentira dejó sitio a la verdad, la historia habló de esquilmación, depredación o, sin más, robo de recursos naturales acompañado de violencia y opresión. Pareciera que unas naciones poderosas fueran las causantes de las desgracias y debilidad de otras.

Los años, las luchas y la dignidad de muchos pueblos corrigieron –sólo en parte– estos excesos. Una clase social nacida de extranjeros colonizadores y criollos buscafortunas se colocó en el escalón más alto de la sociedad. Desde ahí manejaba los hilos de países enteros como marionetas a sus órdenes. Y los desequilibrios permanecían inmutables.

En su refinamiento, los unos y los otros engalanaron sus malas artes bajo títulos nobiliarios y –mejor aún– como dueños y propietarios de empresas exclusivas: motores del desarrollo. Tan grande es el poder de estas empresas repartidas ya por todo el planeta que, ahora ya todito globalizado, los movimientos antisistema (reivindiquemos el término) han sabido señalarlas y desnudarlas frente a la sociedad como principales destructoras de un modelo de sociedad más justo. Las conocemos, sabemos cómo, cuánto, dónde y a quién dañan en sus operaciones.

Pero siguen ahí, las tenemos enfrente, cada vez son menos, pero sólo porque son más grandes, y nos rodean por todas partes. ¿Quién las defiende? ¿Quiénes son sus guardaespaldas? ¿Otra vez las naciones poderosas? ¿Ellas en autodefensa? No, las custodia el mismo que financió el viaje de Colón, el mismo que compraba y vendía esclavos, el mismo que acaparaba las mejores tierras, selvas o mares, el mismo que se enriquecía con cada una de las zafras: el Capital. Sería como un calamar gigante, donde él es el cabezón que se nutre con sus tentáculos, las multinacionales, de la caza de pequeñas piezas.

Hoy el capital ya no se esconde: se pasea ufano por todos los océanos y nos pide limosna. Porque recién pareció sufrir un ligero malestar, unos pocos estornudos, y ya todos hemos contribuido a su sanación. Ya parece superar lo que se viene a llamar, en términos médicos: crisis financiera. Los bancos ahorita socializados con nuestros ahorros disponen de nuevos recursos para generar más negocios. Incluso en algunos casos sin antifaz ni tentáculos de por medio, directamente: sus fondos de inversión se dedican a especular con los alimentos, comprar las mejores tierras fértiles de los países más pobres o adueñarse de los negocios que consideran más productivos y seguros (los alimentarios).

Algunos ejemplos que nos ofrece Grain en uno de sus últimos informes explican que en estos últimos años de crisis financiera, Goldman Sachs y Deutsche Bank, por ejemplo, han invertido cientos de millones de dólares en comprar a los principales productores de cerdos en China. Barclays Bank está entre los inversionistas con mayores intereses en Zambeef, la agroempresa más grande de Zambia, y Citadel Capital, un fondo de inversión privado egipcio, está comprando tierra para producir alimentos por toda África. Ya asumió el control de un hato de 11 mil vacas destinadas a productos lácteos.

Nada nuevo, por otra parte. El capital siempre lo supo: los seres humanos necesitan alimentos para vivir, igual que él necesita seres humanos para multiplicarse. Es la infalible propiedad asociativa.

Pero, entonces, nos queda una equis por despejar: ¿quién escuda a El Capital? Sí, han acertado; centremos ahí la recuperación de un mundo posible, sin más treguas.

*Autor de Lo que hay que tragar y coordinador de la revista Soberanía Alimentaria, Biodiversidad y Culturas



La guerra


La guerra sin rostro


Javier Sicilia

MÉXICO, D.F., 15 de noviembre.- Toda guerra es terrible: muerte, miedo, despojo, odios que se expresan en atrocidades, familias rotas, miseria. Sin embargo, la guerra que desde hace años vive México tiene un sesgo inédito: carece de significado. Hasta hace poco –pienso en la Independencia, en la Revolución o en los movimientos armados de América Latina–, las guerras, con todo y su cauda de desgracias, se movían sobre ideas de justicia y de porvenir. Ideas abstractas, ciertamente, cuyas consecuencias resultaron contrarias, pero que al menos señalaban un horizonte sin el cual los seres humanos estamos privados de sentido. Hoy esas ideas no existen.

La mayor parte de las ideas de Felipe Calderón y su gobierno –no hablemos de las del crimen organizado–, que caminan en el sentido de la privatización, del fortalecimiento y la expansión de los grandes capitales, del dinero y de los privilegios, no son precisamente ideas que tengan que ver con la justicia y el porvenir. Por el contrario, han cobrado costos altísimos en miseria, división de familias y angustia que la guerra ha venido a potenciar.

En este sentido, no sólo vivimos una guerra inimaginable, sino también una sociedad inimaginable en el orden de la justicia y del porvenir. Una guerra cuyos rostros, como el de los torturados, sólo manifiesta las huellas del absurdo, hace que nos sintamos presos en una telaraña. No la podemos entender. No tenemos ninguna certeza de lo que saldrá de allí. Simplemente padecemos con la zozobra de los personajes de Kafka. Da la impresión de que habitamos en un mundo dirigido por fuerzas ciegas y sordas que se niegan a escuchar los gritos de advertencia, los consejos y las súplicas.

A fuerza de una violencia sin sustento, tanto Calderón como el crimen organizado han ido destruyendo algo fundamental para la vida humana: la confianza en que sobre la base de una política o de una guerra hay sentido de justicia y de porvenir. Por el contrario, a lo largo de estos años sólo hemos visto mentir, manipular, envilecer, torturar y matar. Nada ha podido impedirlo. No porque quienes perpetran esta guerra estén persuadidos –como lo estuvieron quienes las hicieron en el pasado– de la fuerza de sus ideas sobre la justicia y el porvenir, sino porque están poseídos por las fuerzas ciegas del mercado, que sólo puede mantenerse mediante un movimiento que se pretende perpetuo. Su dilema, como lo señalaba Jean Robert, es el de un Shakespeare pervertido: “crecer o dejar de ser”.

Ese crecimiento, como podemos verlo en las políticas económicas del gobierno y de la clase política, y en la guerra que en nombre de dicho crecimiento se ha desatado, sólo puede realizarse mediante la destrucción continua de dominios de existencia, de territorios y modos de vida; mediante la colonización de culturas, lenguajes y formas de pensar; mediante el despojo y el miedo. Así, en nombre del crecimiento, sea el de la legalidad (el del gobierno y los grandes capitales) o el de la ilegalidad (el del crimen organizado), vivimos una guerra sin significado que nos tiene en el terror y va ahondando la miseria.

En este caos es imposible la persuasión. Los seres humanos de este país hemos sido entregados a la violencia de fuerzas ciegas. Nos ahogamos en medio de gente que sólo cree en el poder del dinero. Y para quienes sólo podemos vivir con el diálogo, la amistad y las relaciones de confianza, la guerra que han desatado y la forma de vida que quieren imponernos son el infierno.

En este sentido, el problema político fundamental de México es saber si es posible seguir habitando un mundo en el que el crimen, en nombre del crecimiento –sea legal o ilegal–, está legitimado y la vida humana es vista como una realidad fútil –recursos humanos intercambiables, bajas colaterales, vidas prescindibles como las de los animales.

Si creemos todavía en que es posible hacer compatible la justicia, la paz social y el orden con la idea de la producción y el consumo desmedidos, habría que decir que sí, y entonces habrá que resignarse a una guerra cuyos resultados, en el orden del horror, son impredecibles. Si decimos que no, tendremos que aceptar que para detener esta realidad tóxica hay que inventar políticas que disocien la justicia y la paz de la cuestión del crecimiento, de la producción y del consumo desmedidos, y la asocien con la fuerza de las comunidades y sus relaciones de soporte mutuo.

Sólo mediante proyectos que recobren los ámbitos de comunidad, es decir, ámbitos de subsistencia, en donde la primera regla es asegurar los medios de sustento de los más débiles, podrá detenerse el absurdo. Esta lógica, ajena a las abstracciones de justicia y de porvenir de las guerras de antaño, y más ajena aún a las fuerzas ciegas de la guerra que hoy vivimos, hace posible la justicia y el porvenir en sus relaciones de solidaridad y de cooperación. Pero esto no depende ya del gobierno, que se mueve, al igual que el crimen organizado, en la racionalidad irracional de una economía del dinero, de la producción y del consumo sin límites. Depende de la gente y del sentido común, el más escaso –para nuestra desgracia– de los sentidos.

Además opino que hay que respetar los Acuerdos de San Andrés, liberar a todos los zapatistas presos, derruir el Costco-CM del Casino de la Selva, esclarecer los crímenes de las asesinadas de Juárez, sacar a la Minera San Xavier del Cerro de San Pedro, liberar a todos los presos de la APPO y hacerle juicio político a Ulises Ruiz.




martes, 26 de octubre de 2010

Muerte de Alí Chumacero se suma a tantas otras que este año nos ha brindado como latigazos

Fallece el poeta y editor Alí Chumacero; lector empedernido y crítico perspicaz

Las bibliotecas no fueron su única pasión: la vagancia es una conquista superior del ser, decía


Arturo García Hernández
Periódico La Jornada
Sábado 23 de octubre de 2010, p. 13

Hombre de letras, hombre de libros. Así se puede resumir lo que fue Alí Chumacero, quien falleció anoche a los 92 años, en un hospital de la ciudad de México, víctima de neumonía.

Lector empedernido, editor en la más amplia acepción de la palabra, poeta fecundo, crítico literario perspicaz y generoso, su salud se había deteriorado en los últimos seis meses.

Consuelo Sáizar, presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, confirmó que el velorio se lleva a cabo en Gayoso Sullivan y hoy sábado se trasladará al Palacio de Bellas Artes para un homenaje de cuerpo presente.

Los libros fueron su vida, pero para él la existencia no se terminaba entre los muros de su biblioteca: leer y escribir eran una forma de enriquecerla. Dijo en una entrevista que vivir humanamente es de verdad conocer el mundo, la vagancia ávida de conocimiento y novedad, y si a esa experiencia constante se une la preparación intelectual, pues al final uno tiene esa forma distinta de ver la vida, muy diferente al común de los hombres.

En su tránsito por el mundo, Chumacero fue congruente con sus ideas, por eso se sentía satisfecho con su vida: Quiero que a la hora de la hora, cuando me vaya a otra parte, me recuerden como un hombre venido de un pueblecito pequeño que se llama Acaponeta, de un estado que se llama Nayarit; me iré satisfecho porque le di al mundo lo que le quise dar y tomé del mundo lo que quise tomar.

Todavía el país sangraba por las disputas entre las distintas facciones revolucionarias, cuando Alí Chumacero nació –el 9 de julio de 1918– en aquel pueblecito pequeño, donde 10 años después leyó su primer libro, una edición infantil de El Quijote que le obsequió su padre, quien luego le acercó aquellos volúmenes de Lecturas clásicas para niños, publicados en la década de los 20 por José Vasconcelos como parte de su reconocida cruzada contra el analfabetismo.

Sobre el particular dijo a La Jornada en ocasión de su cumpleaños 90: “Fue una idea excelente de Vasconcelos porque animó a algunos jóvenes a iniciarse en la aventura de escritor, porque esta es una profesión que no se podía elegir a priori, como sí podía hacerse, por ejemplo, con las de médico, ingeniero o abogado; el escritor es un alumno disperso que empieza por leer algún libro que cae en sus manos”.

En ese sentido, reconocía la importancia en su formación de lo que entonces se llamaba “textos de aventuras, libros sencillísimos de ladrones y bandidos, de blancos que persiguen indios y los matan; obras como Búfalo Bill o Raffles”.

En su pueblo leía diarios que recibía su padre: Los sábados se sentaba mi papá en el jardín de la casa, se ponía a leer el periódico y yo también lo leía. Estaba al tanto de muchas cosas. Por ejemplo, me leí todo sobre la muerte de Álvaro Obregón, que para mí fue un asunto muy interesante, muy apasionante.

Lector por placer desde entonces, a los 34 años se convirtió en lector profesional al ingresar como corrector de pruebas en el Fondo de Cultura Económica (FCE), labor que desempeñó durante cerca de seis décadas, periodo en el que pasaron frente a sus ojos los originales de varias obras imprenscindibles de la literatura mexicana. Con base en estos datos y tomando en cuenta los 40 mil ejemplares que integran su biblioteca personal, se puede afirmar que pocos en este país han leído tanto y con tanto gusto como lo hizo Alí Chumacero.

En agosto de 1929 se trasladó a Guadalajara, donde seguí leyendo, un poco al margen de mis estudios, algunos libracos, cuadernillos, novelas de aventuras populares. Así empecé a iniciarme en el conocimiento de lo escrito, en la imaginación de los escritores. En esa época descubrió a los escritores rusos: Leí todas o muchas de las ediciones de la Colección Universal, en la que había una gran cantidad de autores rusos, muchas de esas ediciones fueron revisadas por Alfonso Reyes.

Paralelamente empezó a acercarse a la poesía: A mi paisano Amado Nervo, un poeta muy bueno para iniciar en la literatura a los jóvenes porque hizo una obra muy sencilla, muy emotiva; más que poesía es emoción que la entiende cualquiera. Ahora se tiende apenas a recordarlo, y se lee mucho menos, pero fue el poeta más popular de su momento; era muy tierno, muy amoroso, impetuoso, apasionado. Les gustaba mucho sobre todo a los jóvenes que empezaban a amar, a pensar que vivir sólo es vivir a medias, de manera que por lo mismo una lectura, si no les da la otra mitad, por lo menos los consuela y les confirma que están en la verdad vital. La verdad literaria les dice que lo que piensan del amor es verdadero.

En Guadalajara me iba al baratillo, que así le llaman a las librerías de viejo, y con mi domingo me compraba dos o tres libritos que me leía en la semana; textos de Enrique González Martínez, Salvador Díaz Mirón, los muy renombrados poetas mexicanos.

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Alí Chumacero durante un homenaje por los 50 años de la publicación de su libro Palabras en reposo, el 13 de julio de 2006 en el Palacio de Bellas ArtesFoto José Antonio López

Hacia 1935 comenzó a escribir sus primeros poemas, los cuales le parecían verdaderamente horrísonos, pésimos y que felizmente después me los robaron. Alguien entró en mi casa, seguramente algún admirador mío, y se llevó la carpeta en que estaban los textos de mi primera juventud que yo guardaba en una carpeta.

La capital tapatía fue escenario del encuentro de Chumacero con tres personajes decisivos en su trayectoria: José Luis Martínez, Jorge González Durán y Leopoldo Zea. Los tres éramos unos chamacos: con ellos viajé a la ciudad de México en 1937; yo tenía interés en conocer a los poetas del grupo los Contemporáneos, cuyos libros no había manera de conseguir en Guadalajara: en la Biblioteca Pública no tenían nada, absolutamente nada.

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) fue el espacio natural para que los jóvenes escritores encausaran su vocación. Ahí fueron discípulos José Gaos, distinguido filósofo español que llegó a México exiliado a causa de la Guerra Civil Española. En 1940, con el apoyo de Mario de la Cueva, secretario general de la máxima casa de estudios, los tres amigos empezaron a publicar una revista literaria, Tierra Nueva. Fue concebida como un espacio para autores jóvenes, a los que acompañaba algún consagrado: Juan Ramón Jiménez, Alfonso Reyes, Enrique Díez-Canedo, Enrique González Martínez.

Hacia 1942 Chumacero fue invitado a colaborar en la revista Letras de México, que dirigía Octavio G. Barreda. Poco después el propio Barreda fundó El Hijo Pródigo, que de acuerdo con el poeta nayarita reunió en sus páginas a los escritores dispersos del grupo Contemporáneos, a colaboradores de Taller (fundada por Octavio Paz) y de Tierra Nueva.

Sostenía que El Hijo Pródigo era probablemente la mejor revista literaria mexicana.

En la ciudad de México, Chumacero se volvió un visitante compulsivo de las grandes bibliotecas. Recordó en aquella entrevista con este diario: Mi padre mandaba unos pocos centavos y viví con mucha pobreza, pero disponía de grandes bibliotecas, de manera que leí lo que se me pegó la gana, toda la novela de la Revolución, me enamoré de la prosa de Martín Luis Guzmán, leía a Mauricio Magdaleno, a Agustín Yáñez, más tarde tuve la suerte de conectarme con varias revistas o hacerlas yo mismo, con gente de imprenta; aprendí el oficio, me gustó, me quedé en él y sigo en él, comentó.

Con el tiempo creó su propia biblioteca, en la que reunió más de 40 mil volúmenes.

Fue en el Distrito Federal donde retomó la poesía. Apenas llegado, en 1938, escribió uno de sus poemas más conocidos y celebrados: Poema de amorosa raíz. Por ese tiempo leyó con avidez a autores como Xavier Villaurrutia, José Gorostiza, Luis Cernuda, Vicente Huidobro, Vicente Aleixandre; después y con mayor interés se aproximó a los poetas de la Generación del 27 de España: García Lorca, Cernuda. En otras lenguas, se acercó a Paul Valéry, Saint-John Perse, Paul Claudel, Verlaine, Baudelaire, Rilke, y, desde luego, T. S. Eliot, de quien aprendió las posibilidades del lenguaje conversacional.

Por supuesto que conocía muy bien la literatura mexicana, desde la prehispánica que sacó a flote el padre Ángel María Garibay, hasta los escritores de hoy; soy de los pocos viejos que lee a los jóvenes, porque en cuanto un escritor empieza a envejecer se olvida de que la literatura es continua, es una línea que siempre se prolonga; se quedan en un determinado momento y pocas veces recurren a leer a las nuevas generaciones. Se olvidan de que la literatura no se acaba con ellos, sigue.

En sus últimos años, el libro que más frecuentaba era La Biblia: “Primero, porque es la base de nuestra cultura; segundo, porque es el libro que lo trae todo, no falta nada: los sentimientos, la ira, el odio, el amor. Es muy extraño que 99 por ciento de los católicos nunca lean La Biblia o que haya sacerdotes que jamás la leen; es curioso que digan que es muy aburrida. Si se le lee con cuidado se verá que no es aburrida, al contrario. Pero no soy un erudito en ella, no pretendo penetrar en sus misterios, eso es otra cosa”.

Su pasión por los libros, su amor por la literatura, nunca aislaron a Chumacero del mundo, le gustaba salir a tomar el aire, a ver el mar, a hablar con la gente: No me quedaba nada más encerrado en la biblioteca, disfruto la vida, lo hermoso del mundo, desvelarme, estar vivo: la vagancia es una conquista superior del ser.

Alí Chumacero no temía su muerte. De lo que se decía seguro es que ésta ocurriría cuando tuviera 200 años, a manos de un marido celoso.

De tiempo a espacio

Naciste desde el fondo de la noche,
del sueño donde el tiempo comienza a ser raíz
y la mirada sólo tibio aire,
cuando aún no era ojo sino apenas un viento suave,
un aroma erigido sin mano que lo toque.

Eras la flor ahogada flotando sobre el cuerpo
en nuestro amanecer hacia la luz;
destrozabas la noche con tus ojos,
hundida en mi desnudo
tal un vivo rumor de brisa que al oído
volcara la virtud de su marea,
y mi aliento en tu savia navegaba,
y tu voz en mi pulso se moría
como sombra de ave agonizante,
transformando mi cuerpo en sueño tuyo,
en vivo espejo abandonado
o silencio que cruza los espacios.

viernes, 15 de octubre de 2010

Los mineros chilenos


Lo visto y oído en torno al rescate de los mineros chilenos después de un encierro-entierro a 700 metros de profundidad y luego de 70 días me despierta tanto la envidia como la suspicacia.

Porque miremos que las condiciones en que van apareciendo son espectaculares, no sólo por lo mediático del entorno sino porque con sorpresa nos encontramos a unos trabajadores escrupulosamente rasurados y en perfecto
estado de salud, , moviéndose tan asombrosamente bien
(con la rigurosa excepción a la regla) que no reflejan malestar alguno.

Todo lo anterior nos lleva a suponer que las condiciones precarias no hicieron mella o no fueron tan precarias, lo cual también nos pone a pensar.
No hablemos de los alimentos sino simplemente:
¿Cuánta cantidad de agua se necesita para mantener en estas condiciones a la treintena de mineros atrapados,

no sólo en lo que se refiere a la higiene y salud personal, sino y
relacionado con esto, para que los deshechos de estos treinta y tantos hombres
durante 10 semanas pudieran no repercutir en su estado físico y mental?


De qué madera están hechos los trabajadores, o los refugios de sus minas,
que esto es posible?




lunes, 27 de septiembre de 2010

Desde Oaxaca



Tortillas frías

Fernando Lobo


Sábado, 25 de Septiembre de 2010 15:55



Hace un par de días comí en una de las fondas que flanquean el mercado Cuarto Centenario. La comida en los mercados de Oaxaca es siempre un privilegio, pero en esa ocasión tuve un desacuerdo con la doñita que me atendió.

-Aquí están sus blandas calientitas-, me dijo.

Al tocarlas, sentí que esas tortillas estaban listas para preparar unos chilaquiles.

-Seño, estas tortillas están frías.

-No, joven. Están calientes.

-Caliéntelas un poco más, por favor.

La doñita frunció sutilmente el ceño.

-Si las caliento más se ponen duras-, me dijo.

No tenía el menor sentido proseguir con la polémica. Era una cuestión de percepción.



¿Alguna vez han viajado en un urbano oaxaqueño? Cuando el vehículo acelera, los pasajeros sienten que ha comenzado una carrera al infierno, piensan que el conductor es un desquiciado y temen que la carrocería esté a punto de estallar en pedazos. Cuando el urbano gira en un crucero y se inclina y se inclina, es fácil pensar que la vida no vale nada. Sin embargo, el chofer se comporta como si pilotara una nave espacial en gravedad cero, como si mediaran galaxias completas entre la defensa delantera y el taxi que tiene enfrente.


¿Percibimos realidades diferentes? No es un asunto menor.


Durante el conflicto oaxaqueño del año 2006, algunos medios independientes que acompañaban al movimiento popular se hallaban entrampados en una confrontación de enunciados con las cadenas de televisión. Estuve en eso. Donde ellos ponían "unos cuantos grupos radicales", nosotros apuntábamos "un gran movimiento popular", cuando ellos decían "la violencia desatada por el conflicto", nosotros denunciábamos "el terrorismo de estado", ellos denunciaban el "vandalismo" y nosotros apreciábamos "la gráfica urbana en resistencia", y un largo etcétera. Una confrontación profundamente asimétrica, por cierto.


Algo parecido ocurría entre los habitantes de la ciudad: caminábamos por las mismas calles, pero las interpretábamos de modos dispares. Una barricada a las dos de la mañana podía provocar ternura, orgullo o terror, dependiendo de quién la contemplara.


Una noche de agosto, los opinólogos favoritos de Televisa se juntaron como todos los miércoles, para dictar una sentencia mediática: "hay ingobernabilidad en Oaxaca", dijeron.


Y eso era justo lo que tratábamos de explicar desde un principio. Sin que nadie se lo pidiera, el olmo dio peras. Por una vez, el consorcio mediático y los "pequeños grupos radicales" coincidieron en algo. Es claro que las intenciones eran absolutamente dispares. Nosotros queríamos que el Congreso de la Unión declarara la desaparición de poderes en el estado. Los de Televisa presionaban para el envío de la fuerza pública federal. Porque la objetividad de los medios es una impostura.


¿Y si además de percibir diferentes realidades, las enunciamos de acuerdo a intereses establecidos de antemano?


El jueves por la mañana, el presidente Fox dio su opinión al respecto. Cinco minutos después el vocero Aguilar convocó a conferencia de prensa para dar una de esa declaraciones que siempre comenzaban: "lo que el presidente quiso decir…"


El caso es que el vocero nos explicó que sí había gobernabilidad en Oaxaca. Nadie aclaró qué significa exactamente "ingobernabilidad".


Cuando el presidente Calderón y su reducido grupo de acólitos dice que la violencia en el país es una cuestión de percepción, definitivamente no es un asunto menor.


Recientemente, la bravucona secretaria de estado norteamericana pegó un manotazo sobre el tablero de las declaraciones en torno al Plan Mérida. Clinton dijo que la situación en México se parece cada vez más a la que sufrió Colombia hace veinte años, deslizando que, por lo tanto, son necesarias soluciones como las que se implementaron allá. Un Plan Colombia para México (léase, entre otras cosas, intervención directa de los marines). Al día siguiente, el presidente Obama salió a desmentir a Clinton. Dijo que México era un país encarrerado en la democracia y el crecimiento económico y que, por lo tanto, la situación no es ni parecida a la de Colombia en los ochentas.


Nuestra situación no es como la de Colombia por la simple y llana razón de que no estamos en Colombia y no son los ochentas. Ese no es el punto. El punto es que el jefe de la gran potencia y su segunda de a bordo (los mismos que ordenan invasiones y bloqueos en medio oriente, los que enviaron la guardia nacional a California y Arizona), no se ponen de acuerdo sobre lo que ocurre al otro lado de su frontera sur.


Eso y las tortillas frías, no son asuntos menores.