Sucedió en Cd. Juárez, también en Monterrey; ¿en cuántas partes más del país? La primera reacción oficial es criminalizar a las víctimas: forman parte de pandillas que se matan entre sí, son sicarios abatidos por el glorioso Ejército Nacional, perdón, ahora es la Armada. ¿Quién puede creerles todavía? La desgracia es que no todas las víctimas tienen el respaldo de una institución como el Tecnológico de Monterrey que acaba por descobijar que la Armada de México, al igual que el ejército al que suple, es tan ineficiente y letal como él.
Después que el rector del TEC acepta que fue un error el deslinde de la institución acerca de las víctimas y que los jóvenes efectivamente eran estudiantes se le pregunta si ante los hechos cabría pedir el retiro del ejército de las calles, contesta que no está seguro, que la policía no es confiable, que él nunca la llamaría pero que trae el teléfono del ejército. ¡Asombro! Los militares acaban de abatir a dos de sus estudiantes y el rector considera aceptable llamar al ejército!!!!
En la ceremonia en memoria de los jóvenes asesinados, el rector insta a su comunidad a continuar estudiando, señala que no es tiempo de buscar culpables, que hay que dejar las cosas atrás, que hay que dedicarse a diseñar propuestas de solución a problemas. Nuevamente y más asombro!
Qué tibieza! Cuánto sometimiento al destino!
La comunidad estudiantil tiene la palabra, Ojalá vayan más allá de las mantas que exhibieron en su concentración; exigencia ciudadana 1: que el gobierno (o el gobernador) dedique 3 horas diarias al tema de seguridad; exigencia 2: depuración de los cuerpos policiacos; exigencia 3: facilitar y dar continuidad a las denuncias. YA BASTA!
Cierto que no estuve presente en todo el evento, quizá por ello no escuché palabra alguna pero tampoco vi ninguna pancarta o manta alusiva a la participación del ejército. Me sentí en un mundo paralelo donde la participación militar, que suponía había sido el detonador de la convocatoria, no fue cuestionada. Raro, ¿no? Fueron ellos quienes mataron a uno de los suyos, de los jóvenes, compañeros de campus y de estudios, bien merecía una manta alusiva.
Esperemos a conocer las propuestas que quisieron entregar y no fueron recibidas
Ojalá no se centren sólo en demandas en contra de la corrupción e ineficacia del gobierno estatal, que tiene lo suyo por supuesto, pero que abarca también al resto de los niveles de gobierno, los poderes y las instituciones, incluyendo a las fuerzas armadas.
Después que el rector del TEC acepta que fue un error el deslinde de la institución acerca de las víctimas y que los jóvenes efectivamente eran estudiantes se le pregunta si ante los hechos cabría pedir el retiro del ejército de las calles, contesta que no está seguro, que la policía no es confiable, que él nunca la llamaría pero que trae el teléfono del ejército. ¡Asombro! Los militares acaban de abatir a dos de sus estudiantes y el rector considera aceptable llamar al ejército!!!!
En la ceremonia en memoria de los jóvenes asesinados, el rector insta a su comunidad a continuar estudiando, señala que no es tiempo de buscar culpables, que hay que dejar las cosas atrás, que hay que dedicarse a diseñar propuestas de solución a problemas. Nuevamente y más asombro!
Qué tibieza! Cuánto sometimiento al destino!
La comunidad estudiantil tiene la palabra, Ojalá vayan más allá de las mantas que exhibieron en su concentración; exigencia ciudadana 1: que el gobierno (o el gobernador) dedique 3 horas diarias al tema de seguridad; exigencia 2: depuración de los cuerpos policiacos; exigencia 3: facilitar y dar continuidad a las denuncias. YA BASTA!
Cierto que no estuve presente en todo el evento, quizá por ello no escuché palabra alguna pero tampoco vi ninguna pancarta o manta alusiva a la participación del ejército. Me sentí en un mundo paralelo donde la participación militar, que suponía había sido el detonador de la convocatoria, no fue cuestionada. Raro, ¿no? Fueron ellos quienes mataron a uno de los suyos, de los jóvenes, compañeros de campus y de estudios, bien merecía una manta alusiva.
Esperemos a conocer las propuestas que quisieron entregar y no fueron recibidas
Ojalá no se centren sólo en demandas en contra de la corrupción e ineficacia del gobierno estatal, que tiene lo suyo por supuesto, pero que abarca también al resto de los niveles de gobierno, los poderes y las instituciones, incluyendo a las fuerzas armadas.
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